Casi todos los días aprendemos nuevas cosas. Hoy con la masificación de las TI estamos aprendiendo nuevas palabras que desafortunadamente estan cargadas de un mal significado. Ya estamos en la era del sexting y del grooming, el primero una moda, el segundo la consecuencia funesta de un enorme mal entendido que tienen la mayoría de los usuarios de esta red.
No sería ningún problema el que todos usaramos las nuevas tecnologías y sus herramientas asociadas como redes sociales, blogs, flogs, etc. de manera libre tal como hasta ahora, pero cuando hacemos uso de ellas sin responsabilidad estamos en un grave problema.
Aun persiste en la mente de muchas personas un mal entendido que dice que en el ciberespacio (término acuñado por William Gibson en su novela Neuromante) existe una realidad virtual que es una especie de universo paralelo donde lo que allí ocurre no tiene ninguna injerencia y/o no ejerce ninguna reacción en la realidad real (perdón por el abuso lingüístico) y viceversa. Este falso concepto ha engañado a muchas personas de forma que algunos de ellos llevan una especie de doble existencia, tanto que se expresan, sienten y comparten en estas realidades de manera distintiva, selectiva y pretendiendo que estas nunca se intersectan. Un popular ejemplo de esto es lo que presentan las exitosas películas como Matrix y TRON. Una realidad real y una realidad virtual conviviendo al mismo tiempo.
Es gran ceguera afirmar que cualquier cosa que haga en uso de mi libertad dentro de la realidad virtual no tendrá ninguna consecuencia en la realidad real. Hay niños que están creciendo alejados de sus padres y matrimonios que se han roto a causa de la ciberinfidelidad; niñas que han sido violadas por creer que al otro lado de la linea estaban chateando con un joven inocente, y otras que suben sus fotos en ropa interior creyendo que sus actos no tendrán ninguna repercusión en sus vidas. Como si el ciberespacio fuera una realidad alterna.
En lo personal creo que no hay lugar para acciones sin consecuencias y que las cosas que hacemos en la red tienen el mismo peso que las que hacemos sujetos a la ley de gravedad, ¿o es que no usamos voluntad, pensamientos, sentimientos, teclado y un computador, todas cosas reales a la hora de mostrarnos en internet?. Tal vez deberíamos pensar más como Milo Hoffmann, el brillante hacker de la película Antitrust, quien al enfrentar este mismo error le dijo al malvado Gary Winston: "Esto no es un juego. En el mundo real, cuando se matan personas, ¡se mueren, de verdad! Y en el mundo real, estás jodido".
No sería ningún problema el que todos usaramos las nuevas tecnologías y sus herramientas asociadas como redes sociales, blogs, flogs, etc. de manera libre tal como hasta ahora, pero cuando hacemos uso de ellas sin responsabilidad estamos en un grave problema.
Aun persiste en la mente de muchas personas un mal entendido que dice que en el ciberespacio (término acuñado por William Gibson en su novela Neuromante) existe una realidad virtual que es una especie de universo paralelo donde lo que allí ocurre no tiene ninguna injerencia y/o no ejerce ninguna reacción en la realidad real (perdón por el abuso lingüístico) y viceversa. Este falso concepto ha engañado a muchas personas de forma que algunos de ellos llevan una especie de doble existencia, tanto que se expresan, sienten y comparten en estas realidades de manera distintiva, selectiva y pretendiendo que estas nunca se intersectan. Un popular ejemplo de esto es lo que presentan las exitosas películas como Matrix y TRON. Una realidad real y una realidad virtual conviviendo al mismo tiempo.
Es gran ceguera afirmar que cualquier cosa que haga en uso de mi libertad dentro de la realidad virtual no tendrá ninguna consecuencia en la realidad real. Hay niños que están creciendo alejados de sus padres y matrimonios que se han roto a causa de la ciberinfidelidad; niñas que han sido violadas por creer que al otro lado de la linea estaban chateando con un joven inocente, y otras que suben sus fotos en ropa interior creyendo que sus actos no tendrán ninguna repercusión en sus vidas. Como si el ciberespacio fuera una realidad alterna.
En lo personal creo que no hay lugar para acciones sin consecuencias y que las cosas que hacemos en la red tienen el mismo peso que las que hacemos sujetos a la ley de gravedad, ¿o es que no usamos voluntad, pensamientos, sentimientos, teclado y un computador, todas cosas reales a la hora de mostrarnos en internet?. Tal vez deberíamos pensar más como Milo Hoffmann, el brillante hacker de la película Antitrust, quien al enfrentar este mismo error le dijo al malvado Gary Winston: "Esto no es un juego. En el mundo real, cuando se matan personas, ¡se mueren, de verdad! Y en el mundo real, estás jodido".
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